viernes, 16 de septiembre de 2011

Un lápiz gastado y un sacapuntas

Tú, que eres mi musa,
la que desata en mis entrañas
las ganas de vivir y de gozar.
Tú, la que libera y deja volar
mis pensares más profundos
y los atraen hacia tu cariño.
Tú, que cuando me siento
extraviado en mi cabeza,
observando con una mirada vacía
un horizonte de sentimientos perdidos,
me haces prenderlos mirándote a los ojos.
Tú, que con tu sonrisa haces olvidar
cualquier zancadilla de ese
chiquillo del patio cruel llamado Vida.
Tú, que con un roce de tu piel,
hace que mi mente vuele
y se pose en la fina hierba
de un campo de innumerables pensamientos.
Tú, que con un atractivo de una joven,
y la imaginación infinita de un niño,
has enamorado a este chabal
que una vez lo vió todo oscuro.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Reflexión de una noche

Me sobresalto en la cama
a causa de lo que parece un mal sueño,
mi corazón sigue latiendo tan deprisa
como cuando me perseguía aquel demonio
Mis pupilas dilatadas y acostumbradas
a lo sombrío buscan desesperadamente
una pizca de realismo en una verdad
hipotética de dolor y desesperación,
semejantes a las de mi pesadilla
solo que con un toque de maquillaje,
mi cuerpo se contrae automáticamente
esperando un fuerte dolor,
y mis labios quieren abrirse
para dejar paso a un aullido
que describiría horas de pesadilla
en menos de dos segundos.

Curiosa la seguridad del ser humano,
de saber donde vive, de saber donde está,
cuando quien está seguro
de cual de los dos sueños es real.