Caminaba entre las olas el último llanto del sol en este día,un cielo rojizo alejado de cualquier imaginación,mis dedos tocaban la fina arena y mi mente lo inimaginable.
Las penas abandonaban al mundo con este atardecer sonrojado...Y una nueva nace al sobresaltar en la cama...
Gran alegría me trajo, y una cuestión me llevo,y es que ¿es menester estar solo para soñar?
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